CUIDADOS PARA UNA PIEL SANA EN VERANO

La piel y el cabello constituyen un claro exponente de las condiciones de vida. La piel refleja el estado general del organismo y, con frecuencia, es un buen indicador de alteraciones orgánicas.

Contaminación ambiental, estrés, enfermedades… Todos éstos son factores que influyen claramente en la salud y el aspecto de la piel y el cabello. A ellos se unen las dietas inadecuadas o desequilibradas, típicas de la dinámica de vida actual en las sociedades desarrolladas, y la falta de cuidados especiales cuando la sobre exponemos en las estaciones de calor.

El cuidado de la piel no sólo depende de cremas y tratamientos, sino también de lo que comemos. Los alimentos que consumimos juegan un papel crucial en la salud y apariencia de nuestra piel, especialmente durante el verano, por eso vamos a recordar las pautas que debemos tener en cuenta durante las vacaciones para protegerla, repararla y nutrirla, empezando por el consumo de ciertos alimentos esenciales: 

A. Antioxidantes: El escudo contra el envejecimiento.

Los antioxidantes protegen tu piel del daño que causan los radicales libres, que pueden acelerar el envejecimiento. Recomiendo consumir abundantes frutas y verduras cada día, ricas en antioxidantes, como bayas, cítricos, espinacas y tomates. La vitamina C, que se encuentra en naranjas, fresas y kiwis, no sólo combate los radicales libres, sino que también es clave para la producción de colágeno, una proteína que mantiene tu piel firme y elástica.

B. Grasas Saludables: Hidratación y elasticidad.

Las grasas saludables son esenciales para mantener la piel hidratada y flexible. Los ácidos grasos omega-3, presentes en pescados como el salmón y las sardinas, así como en semillas de chía y nueces, son especialmente beneficiosos. Estos ácidos grasos fortalecen la barrera de la piel, manteniéndola húmeda y protegida contra la sequedad y la inflamación.

C. Vitamina E: Reparación y protección.

La vitamina E es un antioxidante poderoso que protege la piel del daño ambiental y ayuda a reparar el tejido cutáneo. Está en alimentos como almendras, avellanas, aguacates, semillas de girasol y espinacas. Incorporar estos alimentos en la dieta contribuye a una piel más suave y resistente.

D. Betacarotenos: Defensa contra el daño solar.

Los betacarotenos, que se convierten en vitamina A en tu cuerpo, también son esenciales para la salud de la piel. Ayudan a reparar el tejido cutáneo y a proteger contra el daño solar. Zanahorias, boniatos y calabazas son fuentes ricas en betacarotenos. Además, estos nutrientes contribuyen a una piel más uniforme y luminosa.

E. Agua: La base de una piel saludable.

Mantenernos hidratados es fundamental para una piel sana. El agua ayuda a mantener la elasticidad de la piel, favorece la regeneración celular y elimina toxinas. Tratar de beber al menos ocho vasos de agua al día y consumir alimentos con alto contenido de agua, como sandía, pepino y melón, para asegurarnos de que estamos bien hidratados.

F. Probióticos: Equilibrio y claridad.

Los probióticos, presentes en alimentos fermentados como el yogur, el kéfir y el chucrut, ayudan a mantener el equilibrio del microbioma intestinal. Un intestino sano está relacionado con una piel clara y sin inflamación. Estos alimentos promueven la salud digestiva, lo que se refleja en una piel más radiante y libre de imperfecciones.

G. Alimentos a evitar: Azúcares y procesados.

Así como hay alimentos que benefician tu piel, también hay otros que pueden dañarla. Los azúcares refinados y los alimentos procesados pueden provocar inflamación y brotes de acné. Reducir el consumo de estos alimentos y optar por opciones más naturales y sin procesar puede tener un impacto positivo en la apariencia de tu piel.

Cuidados especiales en verano

El verano trae más sol, calor y humedad, lo que afecta enormemente a la piel. Aquí os dejo algunos consejos adicionales para esta temporada:

1. Protección solar: El sol puede causar quemaduras, envejecimiento prematuro y aumentar el riesgo de cáncer de piel. Es importante acordarse siempre de usar protector solar de amplio espectro y consumir alimentos ricos en antioxidantes y betacarotenos, como zanahorias, mangos y espinacas, que ayudan a proteger la piel desde adentro.

2. Hidratación extra: Con el calor, se pierde más agua a través del sudor. Beber suficiente agua es esencial para mantener la piel hidratada y flexible. Consumir alimentos con alto contenido de agua, como pepinos, sandías y fresas, también ayuda a mantener una buena hidratación.

3. Alimentos ricos en licopeno: El licopeno, un potente antioxidante presente en tomates, sandías y pomelos rosados, protege contra el daño solar. Añadir estos alimentos a la dieta puede reforzar la defensa natural de la piel contra los rayos UV.

4. Refresca la piel con alimentos naturales: En verano, es útil consumir alimentos que ayuden a refrescar el cuerpo y la piel. Los pepinos, por ejemplo, tienen propiedades antiinflamatorias y ayudan a reducir la hinchazón y el enrojecimiento. Las ensaladas frescas y los jugos naturales son una excelente manera de mantener la piel fresca y calmada.

5. Evitar el exceso de alcohol y cafeína: El alcohol y la cafeína pueden deshidratar tu piel, lo que es especialmente perjudicial en verano. Recomiendo optar por infusiones de hierbas, aguas saborizadas naturales y reducir el consumo de bebidas alcohólicas y con cafeína para mantener tu piel hidratada y saludable.

6. Dormir de 7 a 8 horas al día: Un descanso de calidad es sin duda la mejor forma de reparar las células de la piel y regenerar tejidos, regula el cortisol y equilibra los sistemas nerviosos y digestivo, con el consiguiente reflejo positivo en la piel. 

7. Ejercicio físico: El ejercicio ayuda a oxigenar la piel y a transportar nutrientes esenciales a las células cutáneas, a expulsar toxinas y aumenta el flujo sanguíneo. Además, puede estimular la producción de colágeno y regula el ciclo del sueño. Todo a favor de una buena apariencia para la piel.

Ya lo vemos, el cocktail de la eterna juventud y una piel radiante no tienen misterio.

Antioxidantes en la dieta, hidratación, aire limpio, ejercicio adaptado pero constante, y una actitud positiva. Ingredientes al alcance de todos, pero a veces difíciles de sostener por distracciones mucho más seductoras que a la larga deterioran la salud y dejan rastro en nuestro aspecto general. 

Desde Benefit Brokers os recordamos la importancia de cuidarnos en los meses de verano y os deseamos a todos unas vacaciones muy saludables.

María Kindelán