23 Nov Detrás de una vida eficiente, hay una despensa bien organizada
Si nos remontamos a sólo unas décadas atrás, lo fácil en alimentación era pensar en alimentos frescos, conocidos, cocinados de formas simples y casi siempre a fuego lento. Había cierta involucración de la persona en el proceso de recogida o selección, cocinado, consumo y digestión. Como consecuencia de ello, las comidas estaban cargadas de vitalidad y una gran concentración de nutrientes esenciales cocinados con efectos energéticos moderados, lo que los hacía fácilmente reconocibles por el sistema digestivo.
Sin embargo, hoy en día lo fácil en alimentación tiene mucho más que ver con que no haya que dedicar tiempo a pensar demasiado, incluso que no haya que hacer casi nada. Hay una escasa atención en el proceso de compra, cocinado, consumo y digestión. Además del impacto que tiene en nuestras vidas tanto el bombardeo publicitario constante de alimentos procesados como la tendencia cada vez más espaciada de la compra y el incremento de la conservación con aditivos.
Los ritmos de la sociedad actual nos han llevado a modificar nuestro comportamiento, no sólo en la forma de comer, si no también en la propia compra de alimentos. El 70% de las decisiones de compra no están previstas, se toman en el punto de venta o al momento en internet*. Y el mercado ha incrementado la oferta de platos precocinados, comidas con envases aptos para el consumo en bandejas frente al televisor y ha crecido exponencialmente la oferta de comidas a domicilio*.
En esta misma línea en la que hay preferencia por la adquisición de comidas que necesiten poca elaboración, se produce una tendencia al plato único, o en todo caso, a comidas menos estructuradas. Como consecuencia de ellos, abundan los alimentos desvitalizados, de baja calidad nutricional, pobre absorción y efectos energéticos extremos que desmineralizan organismo, acidifican la sangre y desequilibran anímicamente.
Pero al mismo tiempo, nos estamos convenciendo que la enfermedad no es solamente un capricho del destino o de la genética, sino generalmente el resultado de la elección de vida que hacemos, ayudando por suerte a valorar la calidad en la elección de la alimentación y aumentando el consumo de productos dietéticos, enriquecidos, concentrados de nutrientes, etc.
Cuidarse empieza con la organización de la despensa, elegir lo que consideramos nuestros alimentos básicos, buscar los espacios más convenientes para conservarlos, tener claro el presupuesto semanal del que disponemos, planificar la agenda, las actividades que voy a tener, y con todo ello hacer una lista sincera de necesidades. Para después, poder contar con los recursos básicos que permiten agilizar los menús de la semana, teniendo la tranquilidad de que nos alimentamos de una forma equilibrada y satisfactoria.
Estas son mis recomendaciones para hacer una compra consciente y eficiente:
- Sentarse quince minutos un día a la semana para organizarse mentalmente, respirar, bajar el ritmo, y repasar la despensa y nevera.
- Coger una libreta y boli y apuntar por un lado los alimentos de despensa, que sólo voy a reponer cada veinte-treinta días: cereales, legumbres, algas, frutos secos, leches vegetales, semillas, especias, condimentos de cocina. Por otro lado, los alimentos frescos de los que proveerse una vez a la semana: frutas, verduras, pescado, huevos…
- Decidir un presupuesto/gasto aproximado antes de salir de casa y apuntarlo en la libreta.
- Comer antes de salir a comprar, no ir con el estómago totalmente vacío.
- Tocar, oler, observar productos frescos (frutas y verduras), abrir cajas de huevos, pescado fresco o congelado de calidad …
- No es cuestión de pasarse tres horas mirando las etiquetas de cada producto que se elije, si no de elegir preferiblemente productos sencillos, no procesados. Evitar alimentos desvitalizados, embolsados, enlatados, congelados…
- Una vez llena la cesta de la compra, pensar si hay algo que se pueda dejar, todavía estoy a tiempo…¿qué pensamiento rondaba mi cabeza, sensación física o qué sentimiento se apoderaba de mí cuando lo cogí?: hambre de estómago, un impulso emocional, mental, …
- Y por supuesto disfrutar de los pequeños comercios especializados, además de la calidad que ofrecen, no hay nada como el trato humano, atento, el asesoramiento profesional, la socialización en las tiendas…
En el momento de organizar una despensa completa, deberíamos considerar:
DESPENSA EN SECO
- Al menos 2 cereales completos en botes de cristal sin aire: arroz, avena, quinoa, mijo, trigo sarraceno o pasta de calidad
- 1 tipo de harina integral de calidad
- 2 tipos de legumbres secas
- 1-2 tipos de frutos secos tostados sin sal o crudos
- 2 tipos de semillas: girasol, calabaza, sésamo, lino…
- Diversidad de especias
- Al menos 1 tipo de alga: Nori, Wakame, Dulce, Kombu…
- Leches vegetales (o animales)
- Aceites de calidad
- Condimentos salados
- Endulzantes naturales
- Conservas para recurrir a ellas con moderación, por ejemplo:
- Atún, caballa o sardinas de calidad (preferiblemente ecológicas)
- Espárragos blancos
- Legumbres cocidas
- Alcachofas
- Guisantes
- Caldos naturales ecológicos
- Patés de legumbres (tipo hummus) o de encurtidos (olivada).
- Encurtidos sin vinagres ni sulfitos (aceitunas, alcaparras, pepinillos)
FRESCOS
- Diversidad de verduras de temporada (verdes, naranjas, rojas…)
- Frutas locales y de temporada
- Hierbas aromáticas frescas
- Congelados los mínimos, a excepción del pescado
- En nevera:
- Huevos
- Carnes frescas
- Yogures
Y por último, el famoso “batch cooking” del que tanto se oye hablar, cuando no es ni más ni menos, que tener preparados algunas recetas base en la nevera que sirvan como comodines durante la semana para poder completar menús nutritivos en poco tiempo. Por ejemplo, dedicar una hora del fin de semana para dejar hecho algunos básicos: un caldo de huesos y verduras, un arroz integral cocido, un hummus, unas legumbres, unas patatas guisadas, encurtidos naturales, jalea o gelatina natural de frutas de temporada, galletas de avena…
¡La principal ventaja de una despensa bien organizada es el ahorro económico y de tiempos en el día a día y gracias a la optimización de ingredientes de las recetas base, las comidas de la semana se estiran más y a nosotros nos coloca en el primer paso hacia una nutrición consciente y energética! 🙂
¿Quieres que tus equipos de trabajo sean más eficientes en su trabajo? Empecemos por revisar sus despensas. En Benefit Brokers tenemos claro que las decisiones cotidianas son las que más afectan a la salud de las personas.
María Kindelán
*ESTUDIO SOBRE TENDENCIAS DE CONSUMO DE ALIMENTOS Primera Parte
Datos relevantes para la toma de decisiones en la Agroindustria de Alimentos y Bebidas. 15/11/2021
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